Desde 2014, el banco central ha canjeado más de 317.000 billetes deteriorados, por un valor aproximado de 13,8 millones de euros, muchos de los cuales fueron recuperados tras haber estado ocultos bajo tierra.
"La mayoría de estos billetes se estropean por la humedad cuando la gente los entierra", explica José Luís Ferreira, coordinador del área operativa de efectivo del Banco de Portugal, según informa Euro Weekly News. "Los insectos, la humedad del suelo y el tiempo causan daños irreversibles".
Aunque enterrar el efectivo es la razón más común de deterioro, la gente también ha escondido dinero en lugares poco convencionales, como microondas, chimeneas e incluso fosas sépticas. Ferreira sugiere que este hábito suele tener su origen en la desconfianza en los bancos o en el deseo de estar financieramente preparado para emergencias.
Aumento provocado por una pandemia
Sólo en 2024 se canjearon más de 40.000 billetes deteriorados, la cifra más alta en una década, por valor de 1,7 millones de euros, según Euro Weekly News. Los billetes más deteriorados fueron los de 20 y 50 euros. Este aumento sigue una tendencia que comenzó durante la pandemia, cuando la gente optó por guardar más efectivo en casa en medio de la incertidumbre.
"Después de la pandemia, vimos que la gente venía con billetes deteriorados, buscando recuperar su valor", señaló Ferreira.
Los acontecimientos históricos también han contribuido al fenómeno. En 2018, tras los devastadores incendios forestales de 2017, se recuperaron más de 32.000 billetes, por un valor total de más de 1,7 millones de euros. Un caso especialmente llamativo fue el del propietario de un aserradero que perdió 40.000 euros cuando las llamas destruyeron su caja fuerte.
Evaluación de los billetes dañados
Según Euro Weekly News, el proceso de evaluación de los billetes dañados es estricto y sigue la normativa de la eurozona. "Para ser reembolsado, más del 50% del billete debe estar presente y ser identificable como auténtico", explica Ferreira.
Un programa informático desarrollado en Portugal ayuda al banco central a analizar los billetes deteriorados para garantizar su autenticidad y evitar fraudes. "A veces recibimos sofisticadas falsificaciones disfrazadas de billetes deteriorados, pero nuestros sólidos procesos de control las detectan todas", aseguró Ferreira.
A pesar de estos esfuerzos, el Banco de Portugal sigue desaconsejando tener grandes cantidades de dinero en efectivo escondidas en casa, especialmente en la clandestinidad. "La gente sigue creyendo que es más seguro", añadió Ferreira, "pero tiene un alto precio".